domingo, 26 de abril de 2009

espejo roto

 cien veces la moneda que congelo esta mirada. Hoy desde la otra orilla sus ojos se clavan en mi culpa y regresa a mi el desasosiego de pasear mi gracia de voluntad hueca por estos rincones de hambre y paz. Todas las palabras regresaron heridas. Bolsillos vacios bajo el terrible sol del desierto blanco, quebradas alas enterradas en la sal.

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