jueves, 9 de abril de 2009

Raices

Memoria de un miembro amputado. 
Destellos sobre una sombra impresa en el suelo del tiempo. 
  Excesos y aullidos que nos unieron sobre las mesas cubiertas de palabras. 
 Diferentes caminos nacidos de la misma enredadera que ya no se entrelazan.

 Recordad aquella luna que nos recibio desnudos y ebrios sobre las ruinas del agua. 
 O aquel puente sin suspiros donde clavarse en el barro... 

 Heredamos la noche y hoy sobra luz en nuestros días. 
Cuanta risa aún prende de los equinoccios? Cuantas ventanas rotas en la fachada del ego? Juntos hemos muerto y resucitado con diferentes nombres, y es ahora que la distancia de siete mares nos separa, que reparamos de cuando en cuando en nuestras raíces. 

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